Soy una estatua de cera en mitad del desierto,
mi piel son lágrimas que caen en la ardiente arena
y mi cuerpo desafía al sol que todo lo inunda.
¿Donde están los gritos de ánimo ahora?
El silencio ganó la batalla a los alaridos
sin derramar una gota de sangre.
¿Dónde están aquellos que clamaban venganza?
Valientes guerreros detrás de un muro infinito
que jamás dieron la cara por nadie.
¿Dónde están aquellas imperiosas amenazas?
Mentiras mil veces repetidas
para exacerbar a las masas contra el dictador.
¿Dónde están los himnos y las banderas?
Ferviente droga que enajenaba
las mentes adormecidas del hombre.
¿Dónde están aquellos que eran guía?
Estandartes de un mundo que no existía
ni siquiera en la mente más idealista.
¿Dónde están los que debían plañir?
Ni un triste sollozo se escuchó
después de que todo hubiera acabado.
¿Dónde están los merecidos honores?
Nadie vino al entierro
de aquel que dio su vida por negros deseos.